3 de julio de 2013

Electrónica epidérmica, una realidad

Los chips implantables bajo la piel ya han sido aprobados por el Congreso de Estados Unidos

PILAR ENÉRIZ /Barcelona
Una nueva tendencia en el ámbito de la tecnología se abre paso, esta vez, bajo la superficie de nuestra piel. Los últimos desarrollos apuntan a microchips implantables, del tamaño de un grano de arroz, que ya han demostrado su eficacia a la hora de administrar tratamientos médicos de manera muy precisa, o ser capaces de almacenar información personal para no tener que llevar encima las tarjetas de crédito.





Esta tecnología aceptada por los más jóvenes, están siendo recibidas con muchos reparos por otros grupos de edad según distintos estudios de ámbito europeo y que ponen de manifiesto la dificultad de armonizar seguridad y privacidad.

Los chips implantables bajo la piel ya han sido aprobados por el Congreso de Estados Unidos (para almacenar el historial médico de las personas) aunque ya se utilizan de manera alegal y esporádica en determinados ambientes, por ejemplo, el sistema funciona con éxito en algunas discotecas catalanas e ibicencas, donde el chip permite a sus portadores no tener que mostrar documentos identificativos o tarjetas de crédito.

Las aplicaciones que se vislumbran son numerosas: la colocación en personas con dificultades de memoria (o en niños) para ser geolocalizadas en caso de emergencia o, como se hace en la ciudades de alto riesgo de Brasil, como mecanismo de seguridad para los empresarios que temen ser víctimas de un secuestro.

EN MEDICINA
Entre las funcionalidades más prometedoras está la apuntada por investigadores de la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL, de Suiza) que han conseguido crear el laboratorio de análisis clínicos más pequeño del mundo. En apenas tres milímetros cúbicos, han colocado un transmisor de radio, una dinamo y varios sensores (ironIC) que analizan la sangre y envían resultados fuera del cuerpo.La idea es que los implantados con este tipo de chips puedan compartir sus resultados con los médicos, y se espera que sea de gran utilidad en el tratamiento con quimioterapia. El prototipo descrito ha demostrado que sus datos son tan fiables como el de un análisis convencional, lo que abre la puerta a la medicina personalizada.

Los pacientes con enfermedades crónicas podrán tener un control más fiable y, en cuanto a prevención, se anuncian importantes ventajas. A la menor alteración de los niveles en sangre, el chip podría enviar un aviso antes de que los síntomas aparezcan. También podría servir como sistema de alerta temprana ante problemas cardiovasculares.

El ironIC, forma parte del programa Nano-Tera y podría estar listo en cuatro años.

1 comentario:

  1. Que manera mas cruel de acabar con el dinero negro. 😱 anda si no se puede decir.

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